Tomás hacía poco que había logrado ese ascenso que siempre había querido. Él empezó en la empresa desde abajo, siendo un becario con muchas ganas de aprender y eso sus superiores lo percibieron nada más conocerle. Hace poco la empresa se expandió internacionalmente y cuenta con sucursales en diferentes países del mundo. Gracias a ello Tomás ha podido conocer diferentes culturas a través de sus compañeros.
Con el paso de los años, Tomás fue ganando importancia en la empresa y con ello responsabilidades, pero siempre con esa cercanía hacia todos sus compañeros, hasta que un día... ¡Por fin le concedieron ese ansiado ascenso! Tomás se convirtió en el director adjunto de la empresa que le había visto crecer profesional y personalmente.
Se acercaba la Navidad y Tomás no podía creérselo, era como un sueño hecho realidad. Él pensó en cómo devolverle todo el cariño y la admiración que sentía hacia todos y cada uno de sus compañeros, aquellos con los que había crecido y actualmente estaban a su cargo, por lo que quiso encargarse personalmente de la cesta de Navidad.
Era la primera vez que tenía esa tarea entre sus manos y se había propuesto que fuese todo un éxito, pero ¿cómo lo haría para enviarlo a los compañeros que estaban fuera del país? ¿Qué tipo de cesta resistiría un viaje tan largo? ¿La calidad se vería afectada?
Tomás estaba muy preocupado, pues era la primera Navidad que disfrutaría como director y no quería defraudar a sus ya amigos, pero ¿cómo lo haría?
Pasó varios días pensando, investigando entre sus proveedores por si alguno le podría servir, pero nada. Desesperado acudió a internet y puso: “Packaging para cesta de Navidad” y allí estaba su solución, pero con un ligero cambio: “Packaging para caja de Navidad”.
Tomás comenzó a investigar aquella página que parecía interesante, pero ¿una caja sería lo suficiente robusta para soportar una travesía tan larga con los productos intactos? Al investigar conoció un nuevo concepto ‘cartón ondulado’ y todas las posibilidades y características que tenía este material. Font Packaging ofrecía unas cajas de lotes para Navidad, uno de los embalajes más especiales que tienen en la página. Hechos de cartón ondulado serían la mejor opción para Tomás.
Además, gracias a la gran innovación de la empresa de packaging Tomás podría personalizar estas cajas de Navidad para ponerle su toque especial y que los empleados que la reciban se sientan igual de especiales de lo que él se ha sentido durante todos estos años a su lado.
Tras la decisión de apostar por Font Packaging y realizar los envíos con éxito Tomás no paró de recibir elogios por el detalle que había tenido y cómo, aun siendo el director, seguía haciendo que el equipo se sintiese siempre ‘como en casa’.
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Ha pasado un año desde que Tomás fue nombrado director adjunto y se vuelve a acercar la Navidad, pero esta vez Tomás está tranquilo, pues sabe que volverá a apostar por Font Packaging, porque sus empleados siguen siendo lo primero para él.
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